«Iluminando el Amor»
Todo comenzó un día que luego recordamos, una casualidad, pero no nos acordábamos el uno del otro, solo nos acordábamos de una moto amarilla, y él a una niña con su padre, y como es costumbre en él, se acercó a preguntar pero por la moto.
Pasaron los años y llegó una Nochevieja típica en el Hotel Castilla, donde íbamos todos los chicos de nuestra edad. Allí nos presentaron, él con una camisa roja, resaltando su estilo. Pero no paso nada, sólo nos hicimos una foto….
Pasaron los meses y un día unas amigas y yo fuimos a visitar a un amigo y de repente llegó él, con su moto haciendo “el cabra loca”, para no variar, y allí nos vimos, se marchó a ducharse ya que venía de trabajar. Pero volvió, y nos pusimos a hablar, le dije que tenía una foto juntos y como no, de eso no se acordaba. Estuvimos toda la tarde hablando, y ya me tuve que marchar.
A los días recibí un sms (si en aquella época eran sms), era él que había conseguido mi número, y empezamos a hablar y desde entonces han pasado casi 11 años.
Me pidió matrimonio el día de Nochebuena, llegó a casa de mi abuela donde ceno allí con mi familia y nos dijo a todos que fuésemos a una habitación y allí tenía preparado un video con fotos nuestras y al final del video se habría una cajita con un anillo, el anillo real me lo trajo nuestra perrita atado en el cuello.
Y desde ese momento empezamos a ver cosas y a organizar, ha pasado un año y medio desde aquel día y ha sido un camino largo de preparación.
Gracias a Julia Llodrá Sánchez por habernos hecho soñar, ella ha sido nuestra decoradora nos ha guiado en el camino y gracias a ella nuestra boda salió genial.
Eventos La Magrana fue el primer sitio que miramos y aunque te pones a mirar más siempre que íbamos a otros sitios Rafa y yo nos decíamos que como nos trató Juli y lo que nos ofrecía nadie nos llegaba a aportar la confianza que ella nos dio. Al principio nos dijo que mirásemos más decoradoras pero por casualidades de la vida las otras decoradoras o no me contestaban para concretar una cita o hubieron confusiones y el destino hizo que solo estuviese ella, y como me alegro, nunca nos arrepentiremos.
Lo mismo paso con nuestro fotógrafo, ya conocíamos su trabajo y nos encantaba pero teníamos mirado otro, y un día en Eventos La Magrana coincidimos con él y nos encandilo con su labia y ese mismo día lo contratamos.
Mi traje era de Rubén Hernández, fui con una idea y enseguida me capto, desde el minuto uno que me puse el vestido en la primera prueba que estaba a medias supe que era mi vestido me sentí una princesa, gracias a él porque me hizo sentir ese día especial.
Los zapatos eran de LODI modelo Goya, los quería en un tono rosa ya que el tocado que había visto en Mabelladinotte era en esos tonos y el toque del vestido con el lazo en la cintura era también del mismo tono.
Los pendientes me los dejo mi gran amiga Aida de la marca “Antonheunis”, fue los que había llevado ella en su boda y me hizo muchísima ilusión que me los prestase para ese día ya que ella ha sido un apoyo y una gran ayuda durante todos estos meses de preparación.
El peinado me lo hizo Peluquería Ángela, que es la peluquería de mi tía y mi madre, fue mi tía quien me peino ese día y me maquilló mi prima Elisabet que no se dedica a ello pero ha sido su hobbie y desde pequeña siempre he querido que lo hiciese ella.
El ramo me lo hicieron en FlorArte junto con los prendidos del novio y del padrino, fue Aida quien se encargó de elegirlos.
El novio iba vestido por Fonso Gala, fue la primera tienda que visito y conforme se lo sacó el chico de la tienda supo que ese era su traje, era por la mañana y el chico le dijo que como era la primera que diese una vuelta y comparase pero nada le llenaba como ese traje así que por la tarde volvió y lo compró.