Bodas en tiempo de Covid
Cristina & Carlos
Boda Basilica de Santa Maria Hort de Nal Elche
A pesar de que sus familias se conocen desde hace casi 25 años, Carlos y Cristina eran unos desconocidos hasta hace 11 años, cuando sus caminos se cruzaron. Desde entonces siguen una misma dirección.
Como se conocieron
Cuando Cristina conoció a Carlos no pudo evitar sentir cierta curiosidad por saber más de el. Detras de ese gesto algo distante e indiferente había algo que le atrapaba. Pero no imaginaba que fuera a enamorarse de esa manera ni que hubiera un corazón tan enorme en el. Carlos es generosidad, fortaleza, amor… es el pilar que todos buscan cuando necesitan ayuda. Y los que lo conocen lo saben. Nunca deja indiferente.
La Pedida
Cristina apareció en la vida de Carlos sin apenas darse cuenta, y cuando lo hizo entendio que desde entonces ella sería para siempre parte de el. Ella tiene todas esas virtudes que la convierten en la mujer de su vida, y que hacen que cada uno de sus días junto a ella sea un regalo, pero también un desafío. Su forma de ser y su valentía consiguen sacar lo mejor de el y juntos hacen un equipo perfecto.
El Vestido
Cristina tenía varias ideas en su cabeza acerca del vestido que llevaría y gracias al talento de Ruben Hernández consiguió lucir el vestido que mejor la identificaba.
En cuanto a los zapatos Ana Polo diseño una sandalia rosa de terciopelo que fue el complemento perfecto.
Peinado y Maquillaje
El peinado y maquillaje fue obra de Miguel y Vero, del Camerino de Miguel, que supieron crear un look natural muy acorde con el estilo de Cristina.
La Boda
Tras 10 años de relación decidieron dar el gran paso y convertirse en marido y mujer. Y aunque la pandemia del COVID se empeño en cambiar sus planes, ellos consiguieron adaptarse a la situación celebrándolo de un modo diferente. Con la familia más cercana en la finca Hort de Nal y un menú preparado por el Catering Murri que no defraudó.
Oct 13.2020 / 7:28 am /
Precioso reportaje Jefe!! Y encantadora familia, besos!!
Oct 18.2020 / 10:01 am /
Muchas gracias Yolanda 🙂