Era un sábado 4 de agosto caluroso. Pero no era un sábado cualquiera. Era el día en que todos los cuentos de hadas del mundo se materializaban y formaban un todo mágico y celestial; La boda de Gonzalo y Lydia.

Gonzalo y Lydia, más que una pareja, un equipo, un summun de amor y complicidad que se ve, se percibe en solo una de sus miradas, en esa sonrisa enigmática.

Se casaron en Casa Sanonja, en Denia en un atardecer de verano etéreo. Un lugar mágico que ha escapado al paso del tiempo.

Todos los detalles y decoración se crearon personalizados y exclusivos para ellos. De la mano de la wedding planner Maria de El Canvas, toda la decoración tendría una paleta de colores romántica y elegante, con pinceladas de estilo inglés.

Su ceremonia civil fue en un espectacular templete de piedra centenario forrado de flores. Con sus familiares y amigos se dieron el «sí quiero» muy emotivo donde no faltaron las dedicatorias, canciones en directo y una impresionante lluvia de pétalos, arroz y confeti.

Ella llevaría un Impresionante vestido confeccionado a medida por Rubén Hernández, con espalda en V forrada con apliques de oro viejo y porcelana, además de tener una cola de princesa de cuento. Su segundo vestido que luciría sería un body transparente con apliques románticos en Blanco y plateados, terminado con una falda vaporosa y larga ideal para bailar. Sus pendientes son de Swaroski.

Él luciría un elegante traje con chaleco negro y americana de color crudo, terminado con una elegante pajarita negra de tipo mariposa, confeccionado a medida en el sur de italia. Elegantes zapatos negros de Prada y unos distinguidos gemelos de Rolex.

Tanto la novia como las damas de honor, contaron con su momento íntimo entre amigas en la habitación de la casa.

Tiempo en el que el equipo de Cris Jiménez les realizó un bonito maquillaje y peinados, ideales para su gran día.

Las mesas irían con decoración exquisita en cristalería, oro viejo y su característico sello de lacre personalizado. Además, con un exclusivo perfume personalizado para cada invitado.

El catering innovador y de impresionante presentación fue de la mano de Catering El Poblet de Denia, con un cóctel espectacular de más de 20 entrantes muy sofisticados y una cena con comida de vanguardia.

La decoración floral fue de la mano del equipo de La Tartana by Conchita Cañamás, de Valencia. Todo un reto con un resultado espectacular.

La tarta de Caperucita Cupcakes, marmolada y con grietas de oro, aparece en un momento de gran expectación en medio del jardín con un precioso carro antiguo y mucho espectáculo.

El baile de novios culminó en un enorme aljibe restaurado decorado con luces y muchísimas velas.

El muro de piedra original donde la hiedra lo ha devorado todo, contaría con un neón de 4 metros y un enorme espacio chill out.

Nosotros como fotógrafos, fuimos testigos de los momentos mágicos e irrepetibles que esta gran boda nos ha regalado a todos los asistentes. Porque estos momentos son los que te hacen volar y soñar, son los momentos que te hacen sentir vivo.

Y no hay nada más mágico que eso.

Gonzalo y Lydia ¡Muchísimas felicidades! Que el destino os trate tan bien como os merecéis.