Benarrabá

Toñi & Jarillo

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El planteamiento de esta boda sonaba, como mínimo, a raro; se enmarcaba dentro de un pequeño pueblo de sierra cuyo número de habitantes no superaba los quinientos y donde las calles están pensadas para que luzcan flores y no para que pasen coches… La ceremonia iba a tener lugar en un aparcamiento, el aperitivo en un Hostel en proceso de construcción y la cena en una plaza, plena calle.

Lo que sucedió llegado el momento es muy difícil de explicar.

Esta pareja se conocieron en Benarrabá, eran muy jóvenes y los dos trabajaban los veranos para ayudar a costearse los estudios, cuando se vieron por primera vez él llevaba un bañador rojo, era socorrista en la piscina municipal, y ella llevaba un delantal, era su primer día como ayudante de cocina en el restaurante del mismo recinto. Mucho ha llovido desde entonces y mucho mundo han recorrido los dos, juntos y separados, pero hay algo que siempre han tenido muy claro: sus raíces, ellos son de pueblo, lo llevan por bandera, lo dicen con orgullo y lo utilizan de lema.

Llegó el ansiado día los fotógrafos de Alicante comenzamos acompañando al novio mientras se vestía con el traje de Gran Gala del cuerpo al que pertenece. Lo hizo en el dormitorio de sus padres, donde las paredes cuentan su historia sin que nadie pregunte, rodeado de su familia y con alguna que otra sorpresa, que tenía preparada la novia, se vivieron momentos muy emotivos.

Nos desplazamos a escasos 8 kilómetros hasta llegar a Algatocín, el pueblo que vio nacer a la novia, donde se dejaba querer por los suyos, familia y amigos y de donde partió radiante con un vestido de Atelier Pronovias, totalmente personalizado a su gusto y realizado en seda y crepé, con la espalda como protagonista donde portaba 35 botones, a petición de ella, uno por cada año del novio. Completa el look con una tiara-joya, regalo especial de su hermana y  hecha a mano por Sombrería Bambary, y unos sencillos y elegantes zapatos de Lodi.

Ya con el ramo en la mano, obra de Virginia Florista, y donde el olivo tenía especial protagonismo como en el resto de la boda, partimos hacia la ceremonia.

Al llegar, el aparcamiento había desaparecido y en su lugar había un espacio abierto  en plena naturaleza con una vistas de las que te dejan sin aliento y un decorado de gusto exquisito todo coordinado y supervisado por Sira, de Sí! Quiero Wedding Planner, a gusto de los novios. De fondo sonaba la agradable música del grupo Chapó Flamenco Fusión que con su garra y sentimiento emocionó a los más de trescientos testigos que allí había presentes.

En la ceremonia pocos pudieron contener las lágrimas, oficiada por el primo del novio y alcalde del pueblo y del que cada palabra salía directamente del corazón y se atascaba al pronunciarla. Lo acompañaron las lecturas de Sandra, amiga de la novia, María, madre del novio y Mari, hermana de la novia, donde los formalismos y protocolos cedían paso al corazón.

Una vez convertidos en marido y mujer, comenzó la diversión primero un exquisito cóctel en la terraza del Hostel Benarrabá y después una agradable cena en la que los invitados estaban distribuidos en majestuosas y elegantes mesas cuyos nombres hacían referencia a la vegetación de la zona que tan bien conocen y que para muchos constituye su medio de vida como es el caso del Alcornoque o el Castaño. Amparados bajo una impresionante carpa de luces, obra de la empresa Electromontajes Sierra Gaucín el catering encargado, Doña Francisquita, de Torremolinos,  sirvió la cena haciendo gala de su profesionalidad y calidad que no deja indiferente a nadie.

De la toda la papelería se encargó Loveratory, todo coordinado por su dueña Estefanía que supo plasmar todo el encanto de la boda con la elegancia y sencillez que la carecterizan.

En la fiesta posterior se plasmó el sentido más absoluto de aquel famoso anuncio de Aquarius que nos decía que todo el mundo debería ser parte un pueblo, amenizado por el Duó Malacai donde Juan Jesús su cantante, y amigo de los novios, hizo que cada nota de voz culminara la felicidad de los allí presentes.

Los momentos que se vivieron son muy difíciles de explicar con simples palabras y para eso estamos nosotros, los fotógrafos, para mostraros con imágenes lo que es imposible hacer de otra forma, estas imágenes resumen de una manera muy modesta lo esencial de esta boda;

que los pueblos tienen alma propia y que el enlace de Jarillo y Toñi va ser imposible de olvidar para todos los que la vivieron.