Flying Free
Miriam & Jose
Ella, un terremoto andante con una sonrisa capaz de alegrar hasta los días más grises. Él, con su aparente carácter calmado que muta cuando suenan los primeros acordes de un Flying Free. Del poble.
Sin saber como ni por qué, el destino hizo de las suyas y los hizo coincidir en el momento exacto y en el lugar más insospechado.
No hizo falta nada más que música, amigos y un Mig Any de Moros y Cristianos para que cruzasen sus miradas y empezasen algo que, sin saberlo, acabaría siendo la mayor y mejor aventura de sus vida.
Desde entonces, sus caminos se hicieron uno, avanzaron juntos y poco a poco, lo que empezó como una locura, acabó siendo la historia de amor soñada por ambos.
Un largo confinamiento separados bastó para que se diesen cuenta que nunca más iban a separarse.
El reto de la convivencia se superó con creces, ampliaron la familia con su pequeña teckel Pepa y sin pensarlo ni un segundo supieron que todas las pruebas que el destino les había puesto tenían un objetivo: estar juntos para siempre.
Desde ese momento hasta el día de su boda, las emociones han estado a flor de piel y han reído, han llorado y, sobretodo, han podido comprobar el verdadero significado de las palabras amistad y familia a través de los preparativos y las incontables despedidas que han “sufrido”.
Y como no podía ser de otra forma, esos amigos y esa familia, pilares fundamentales de estos novios, no quisieron perderse su gran día.
Una boda en la que bailaron, rieron y gritaron de alegria junto a ellos de principio a fin, como si no hubiese un mañana, dispuestos a celebrar juntos el amor entre ambos. ¡Y vaya que si lo celebraron!
Su boda fue una fiestón en toda regla y fue el mejor pistoletazo de salida para adentrarse en este camino juntos, lleno de respeto, amor y felicidad. Mucha felicidad.